Política

El T-MEC y la controversia Energetica
El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) cumple dos años de vigencia. Después de haber sido firmado en noviembre de 2018, y haber celebrado los protocolos modificatorios finales en diciembre de 2019, el T-MEC entró en vigor el 1 de julio de 2020.
Los dos años transcurridos muestran resultados positivos ante la crisis sanitaria y la economía global, posicionándose cómo un impulso en la recuperación económica mexicana con más impacto en las exportaciones e importaciones que en el PIB.
Los Retos que enfrenta el T-MEC y por lo que se pide la revisión del TMEC es que en materia energética y medioambiental, así como en el ámbito agrícola y laboral, hay pendientes que México debe atender para aumentar su competitividad en el marco del T-MEC.
Un ejemplo de esto es la desconexión entre la política energética en México y las prioridades en los otros países signatarios del Tratado es tal vez el riesgo más apremiante para asegurar una relación comercial más armónica en la región.
El Tratado será válido hasta 2036, de acuerdo con lo establecido en la disposición de Revisión y Extensión de la Vigencia, se realizará una revisión del mismo en 2026, donde se hará una evaluación conjunta sobre su funcionamiento, así como recomendaciones para mejorarlo.
La iniciativa de Reforma Energética propuesta en 2021 habría generado los conflictos con las disposiciones del Tratado en cuanto a Inversión, Comercio Transfronterizo de Servicios, Medio Ambiente y Empresas Propiedad del Estado y este tema se mantuvo como una preocupación para miembros del gobierno y congreso estadounidenses, así como para distintas agencias del gobierno Ejecutivo Federal.
La Postura de México ante la solicitud formal de Estados Unidos para llevar a revisión las políticas energéticas nacionales que presuntamente serían contrarias al T-MEC, presenta el panorama de continuar el diálogo entre los países y el alineamiento de las políticas públicas en México, Estados Unidos y Canadá, así como el fortalecimiento del Estado de Derecho en México, que debe ser estable para las principales potencias de inversionistas, que serán fundamentales para asegurar la longevidad del T-MEC, así como el aprovechamiento de los beneficios, que estarán reflejados en la inversión de los empleos y en mantener la economía dinámica.
Es un pilar fundamental del comercio en México, al conservar un buen acuerdo contando con ventaja para la estabilidad comercial dinámica, por ello el país debe ser el motor de esta iniciativa. Donde el Estado mexicano debe mantener el compromiso de respetar una serie de disciplinas estrictas a cambio de las preferencias comerciales, hoy el reto está en demostrar un compromiso con el Estado de Derecho.
La importancia de este tema es que el sector energético mexicano debe respetar las normas de los mercados energéticos, siendo primordial por las cuestiones ambientales, de desarrollo y de competitividad, donde se necesita una agenda de energía con visión de largo plazo abordando e implementando el tema energético.

El gobierno de Biden acusa a México de discriminar a las empresas estadounidenses en la concesión de licencias y permisos, esto está relacionado directamente con los problemas ambientales, donde se quiere la igualdad de venderle a las empresas a través del libre mercado, el gobierno de Canadá apoya la posición de Estados Unidos.
El gobierno de México mantendrá el abasto nacional de energía del que depende la Comisión Federal de Energía (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex). El Estado mexicano se mantiene firme al no promover un régimen hegemónico en este ramo por parte de las paraestatales, donde las empresas privadas se pueden instalar sin violentar la legitimación doméstica y respetando las condiciones justas de trabajo, para ser parte de las empresas productivas del Estado.
México se mantiene en constante preocupación sobre el libre comercio inclinándose a favor de los combustibles fósiles mexicanos, se necesita que México sea competitivo frente a estas dos economías con el cumplimiento del compromiso establecido en dicho tratado, en los siguientes 75 días se pasará la resolución de la disputa formal, donde en caso de qué se determine que se infringió el acuerdo por parte de México, sería acreedor de recibir aranceles punitivos en determinados productos.
En el tratado se establece que México no puede adoptar medidas para el sector energético de forma restringida ante las concesiones paralelas otorgadas en acuerdos de comercio e inversión que sean ratificadas por el país ante el T-MEC. En este sentido el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TIPAT) ratificado antes que el T-MEC,establece la liberalización de los sectores de generación y comercialización de la electricidad, bajo este argumento México debe garantizar a los inversionistas estadounidenses y canadienses los mismos niveles de acceso que sea concedido a los miembros del TIPAT.
La relación bilateral sigue intacta, los escándalos mediáticos que han sufrido las naciones involucradas, no han afectado el avance en el tratado en el que los tres paises han mostrado una mejoría, trabajando en la solución de controversias como la actual por las implicaciones energéticas al continuar con los diálogos previos para defender los diversos puntos de vista y las políticas de cada país, dónde se mantiene como pieza clave el trabajo coordinado del sector privado, académico, sector público y sociedad civil, para un adecuado aprovechamiento de la relación comercial de estos tres países.
Es indispensable el fortalecimiento de una política industrial dentro del país, para establecer medidas adaptables con el medio ambiente y realizar una evaluación de los niveles nacionales de sindicalización que se encuentran en México, llegando un acuerdo regulatorio para evitar la pérdida de soberanía energética, logrando una estrategia en hidrocarburos que sirva como arma política, para restablecer la diplomacia empresarial entre las negociaciones y paralelamente para los involucrados, ya que dicha alianza logrará la consolidación de la interdependencia económica entre estas tres naciones, para hacer frente a las amenazas globales presentes, así como a cualquier crisis logística futura que se pueda sumar a la agenda trilateral en los siguientes capítulos del T-MEC.